- El argentino Sergio "Maravilla" Martínez es el nuevo y flamante campeón del peso medio, versión Consejo Mundial de Boxeo (CMB), después de dar una cátedra de boxeo y superar dos caídas ante el mexicano Julio César Chávez Jr., al que venció por decisión unánime en pelea pactada a 12 asaltos.
Todos los pronósticos se cumplieron, menos el de Martínez que había anticipado que la pelea concluiría por nocáut después del noveno asalto, y tal premonición pudo suceder, pero siendo el mismo la víctima de los dos mejores golpes que Chávez Jr. colocó en toda la noche y que llegaron demasiado tarde, en el duodécimo.
Cuando todo parecía que iba a ser el final apoteósico para Martínez, el púgil argentino se encontró con dos ganchos demoledores de Chávez Jr., que lo mandaron a la lona en la mitad del duodécimo asalto, el clamor en el Thomas & Mack Center, de la Universidad de Nevada Las Vegas (UNLV) era ensordecedor por parte de la mayoría de 20.000 aficionados que apoyaban al púgil mexicano.
El cierre de la pelea no podía ser más emocionante, dramático y con suspense, al ver al Martínez dominante de toda la pelea, tendido en la lona, y después de superar la cuenta de protección por dos veces siguió trastabillando ante un Chávez Jr. arrollador, que colocó todo tipo de golpes en la cabeza y cuerpo de su rival al que al final salvó la campana.
"Me he quedado a tan sólo 20 segundos de haberlo ganado la pelea y de haberlo dejado nocáut", declaró un ensangrentado Chávez Jr., que recibió una lección de boxeo y un gran castigo hasta que tuvo sus dos minutos de gloria que no le bastaron para cambiar la historia de la pelea, que lo dejó con la primera derrota.
A pesar de la caída de Martínez, su dominio había sido abrumador y los tres jueces del combate vieron ganador al púgil argentino de 37 años, con Stanley Christodolou que le dio 117-110, mientras que Adalaide Byrd y Dave Moretti pusieron en sus cartulinas 118-109 a favor del nuevo campeón del mundo.
Martínez, que antes de la pelea había repetido que no consideraba a Chávez Jr. como un verdadero campeón, se lo demostró durante los 11 primeros asaltos hasta que fue alcanzado por los golpes que le pudieron haber costado la derrota.
"Chávez Jr. realizó una gran pelea y era mucho más difícil de lo que yo esperaba y estuve a punto de perderla", admitió Martínez: "Ha mostrado que tiene un gran corazón".
La victoria, la más importante en la carrera del veterano púgil argentino, permitió a Martínez mejorar su marca a 50-2-2, con 29 nocáuts, además de llevarse una bolsa de 1,4 millones de dólares.
Mientras que Chávez Jr., de 26 años, sufrió la derrota en el combate más importante al que se enfrentaba y bajó su foja a 46-1-1-1, con 32 triunfos conseguidos por la vía rápida.
A pesar que la derrota le dejó sin título, la manera como acabó el combate amortiguo un poco el concepto que se tenía del hijo del legendario Julio César Chávez, en cuando a ser un protegido para haber alcanzado el título mundial.
El aguante físico que mostró ante un gran rival y la recuperación final no le cierran el futuro, pero tendrá que seguir trabajando muy duro en el gimnasio para ser un púgil mucho más rápido en sus movimientos y colocación de golpes.
Chávez Jr., que sólo habría necesitado un golpe definitivo para acabar con Martínez después de tirarlo a la lona, no tuvo la tranquilidad ni la experiencia de encontrar el momento adecuado y se limitó a sacar sus puños sin dirección para que el púgil argentino mostrase su largo recorrido y sobreviviese al nocáut.
El gran suspense y final salvaje de la pelea no se esperaba cuando se inició el duodécimo asalto y apareció un Chávez Jr. con la nariz sangrando y la cara completamente marcada por el castigo y los golpes que le dio Martínez.
Sin embargo, Chávez Jr. acertó a colocar un gancho de izquierda que llegó a la cara de Martínez y el púgil argentino se fue a la lona por primera vez para superar la cuenta de protección.
Pero el púgil mexicano colocó varios golpes más a la cabeza de Martínez, incluido otro gancho de izquierda, que lo mandó por segunda vez a la lona.
Superó la caída con mucha dificultad y Chávez Jr. le persiguió para buscar el tercero y definitivo golpe que lo salvase de la derrota y le diese la gloria de la victoria, pero la campana sonó y con ella se le fue el cuestionado título de campeón del mundo.
"Si Julio desea una revancha, nosotros se la daremos", declaró Martínez al concluir la pelea, que dejó a Chávez Jr. con la única satisfacción de llevarse una bolsa de tres millones de dólares y un porcentaje de los derechos de televisión por pago.
Chávez Jr. se quedó también a las puertas de haber emulado a su padre cuando en 1990, ante el estadounidense Meldrick Taylor, tras ir perdiendo la pelea a los puntos la ganó con un nocáut cuando faltaban sólo dos segundos para que sonase la campana.
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