En una pelea entre un boxeador con un físico de mayor porte y en pleno crecimiento contra un púgil de mayor edad y menor tamaño, la idea lógica es que el joven corpulento lleve la ventaja sobre el enjuto veterano, al menos en lo que respecta a potencia en los golpes. Y esa parece ser la noción básica detrás de la idea de que Julio César Chávez Jr. tiene la "ventaja del fajador" ante Sergio Martínez en el esperado combate del próximo 15 de septiembre, lo que la hace candidata para terminar por la vía rápida.
Pero precisamente por ser básica, esta noción araña apenas la superficie del tema, y cuando hurgamos un poco más podemos descubrir una realidad diferente: esa que dice que la velocidad es igual a potencia. La velocidad de manos será la clave en esta pelea, y será seguramente la herramienta esencial que usará Maravilla Martínez para castigar, subyugar y finalmente noquear a Chávez Jr. hacia el final de una pelea en la que muchos otros estereotipos infundados también quedarán expuestos y desestimados.
En general, las predicciones que se pueden percibir hasta hoy dan cuenta de un Chávez con dos ventaja esenciales: aguante y pegada. Es posible que ambas apreciaciones sean correctas, pero solo se transforman en ventajas si se ubican en un contexto favorable y propicio. Un camión tiene aguante y potencia también, pero éstas quedan inutilizadas en una eventual carrera de pista ante autos de calle.
Y lo mismo puede decirse de Chávez. Sus lentos y predecibles golpes (con preponderancia de los golpes al cuerpo, que seguramente Martínez podrá neutralizar gracias a su incómoda postura y su mayor movilidad) tendrán problemas a la hora de encontrar el físico de su rival con una constancia suficiente como para representar algún peligro, y la respuesta de Martínez será una avalancha constante de puños desde ángulos variados. Es difícil imaginar a Chávez contragolpeando con efectividad en ese escenario, cuando tendrá que lidiar con un volumen de golpes al que no está acostumbrado. Porque según podemos recordar, los rivales de Chávez Jr. hasta ahora han tenido, como común denominador, una tasa muy baja de conexión de golpes por round, razón por la cual fueron elegidos en su momento como corderos de sacrificio.
De cualquier modo, es bueno recordar que Chávez superó bien las pruebas de aguante de golpes ante sus mejores rivales como Rubio y Lee, y que supo acumular buenas combinaciones en esos combates como para hacernos sospechar que podrá repetir algunos de esos destellos de potencia y buen boxeo ante Martínez. Pero sus carencias (principalmente en velocidad y en continuidad de golpes precisos) serán precisamente las fortalezas de Martínez, y el argentino seguramente logrará hacer que esos puños se acumulen para lograr una detención prematura del combate.
No hay comentarios:
Publicar un comentario