El brillo de la fama también tiene aspectos oscuros. Miren al campeón mexicano-estadounidense Óscar de la Hoya. Levantó el oro olímpico en 1992 y alcanzó la cúspide al ganar seis títulos de campeón del mundo y ahora es el último de los grandes boxeadores en ser noqueado por el flagelo de las adicciones a la droga.
Éste, junto con el alcohol, es el enemigo que algunos boxeadores no pueden vencer, especialmente cuando están alejados de los cuadriláteros y les inunda la soledad después de ver pasar a la efímera fama frente a sus ojos.
Le ocurre a De la Hoya como antes le pasó al estadounidense Mike Tyson, al argentino Carlos Monzón, al panameño Hilario Zapata, al puertorriqueño Wilfredo “Bazooka” Gómez o al venezolano Edwin Valero, que se quitó la vida en prisión después de ser arrestado como principal sospechoso del asesinato de su esposa.
De siempre, la grandeza de un boxeador se mide por la calidad de los rivales a los que enfrenta y derrota arriba de los cuadriláteros, pero también por la forma en que conducen su vida, por aquello que hacen y que dejan de hacer cuando ya vencidos por la edad enfrentan a una realidad sin amigos, sin fama y, muchas veces, sin dinero.
Algunos supieron recomponer sus vidas mediante la rehabilitación, un camino que De la Hoya (Los Ángeles, 04/02/1973) quiere recorrer, en un nuevo combate a un número indeterminado de asaltos para recuperar lo perdido.
Apodado “Niño de Oro”, el campeón mexicano-estadounidense fue un gran boxeador y después de retirarse en 2009, tras ser vencido por el filipino Manny Pacquiao, se dedicó de lleno a su faceta de promotor. Su nombre es un imán para púgiles mexicanos como la sensación del momento Saúl "Canelo" Álvarez, quien se ha puesto bajo su manto para intentar hacer una gran carrera en los cuadriláteros.
UNA AUTOEVALUACIÓN HONESTA. Con los ojos del mundo del boxeo puestos en sus acciones, De la Hoya completó ya el primer paso al ingresar voluntariamente a un centro de rehabilitación y reconocer sus problemas.
En un comunicado apuntó que "luego de hacer una auto evaluación honesta, debo reconocer que tengo varios asuntos que debo atender". Admitió que "como toda la gente, yo también he cometido errores, pero no quiero ser una de esas personas que teme abordar esas fallas". "Siempre he encarado de frente todos los retos y éste no es diferente. Confío en que, con el apoyo de mi familia y amigos, me convertiré en una persona más fuerte y más saludable".
El Consejo Mundial de Boxeo (CMB), del que ha sido campeón mundial, le expresó de inmediato su solidaridad. "Lo que tenemos que hacer, simplemente, es apoyarlo, que salga bien de esto", declaró Mauricio Sulaimán, secretario general del organismo.
"Es de hombres tomar una decisión, admitirlo y salir públicamente a anunciarlo. Hay que tener muy bien puesto el coraje para admitirlo y salir adelante", añadió Sulaimán.
Para este joven dirigente del boxeo mundial, los púgiles "como muchos deportistas y artistas, muchas veces reciben muchas tentaciones, amistades falsas, que los llevan a caer en vicios que no los llevan a ningún lado, simplemente a entrar a una etapa difícil de su vida. El problema es que cuando alguien es tan exitoso y va superando metas llega un momento en que ya es difícil hallar autoestima, porque han logrado todo y entonces hay gente mala que los lleva a experimentar cosas que les causa un placer físico y mental, que es la droga, el alcohol, mujeres fuera del matrimonio, es muy común", apunta.
Alerta a los boxeadores de aquellos amigos a los que "les gusta el placer porque se están gastando el dinero de la estrella y les es muy divertido; no les importa porque mañana brincan y se van con otro artista y siguen su vida porque nunca tuvieron nada y al tener un amigo famoso, lo exprimen y lo llevan por el mal camino".
SOBREVIVIENTES
Sombras del pasado que el CMB afronta con varios programas entre los boxeadores para prevenir y alertar sobre las consecuencias del uso de sustancias prohibidas y otros para ayudarlos en su recuperación, aunque muchas veces los nombres se mantienen en reserva.
- El más reciente de ellos que ha sido conocido, por sus resultados favorables fue el del mexicano Carlos "Cañas" Zárate, ex campeón mundial de peso gallo, quien después de decir adiós a su carrera cayó en el torbellino de las adicciones y llegó al extremo de vivir en las calles lejos de su familia. Hoy, totalmente rehabilitado, se dedica a preparar nuevos valores del boxeo en la capital mexicana.
- Julio César Chávez, declarado el mejor boxeador mexicano del siglo XX, pasó por el mismo trance cuando estaba en la cúspide de su carrera, que poco a poco languideció hasta el retiro cuando su problema se complicó. Ha estado en rehabilitación en 2007 y después tuvo en el 2009 un segundo ingreso en una clínica especializada, y actualmente se mantiene limpio y ayuda a entrenar a sus hijos, también boxeadores.
- Tyson, el púgil más joven en ganar el título de los pesos pesados, fue un torbellino dentro y fuera de los cuadriláteros, donde afrontó problemas de adicciones y también legales, que lo llevaron a purgar una condena por violación, y otros que le hicieron volver a la prisión.
- Edwin "Chapo" Rosario, el ex campeón mundial puertorriqueño, se dedica hoy a dar conferencias de motivación personal en las que relata su ya superada lucha contra las adicciones, un caso que contrasta con el del colombiano Antonio Cervantes, Kid Pambele, quien hace unos años terminó internado en un instituto psiquiátrico para vencer su adicción al alcohol y la droga.
- Con el caso de Valero en mente, José Sulaimán, considera al venezolano como una víctima "de la sociedad moderna en todo el mundo”. “Le llegó la fama y la fortuna y se lo llevó el mal camino por problemas de alcoholismo y drogas". Un viaje a ninguna parte de personas de orígenes humildes que tocaron el techo del mundo para precipitarse luego al vacío.
LOS QUE NO TUVIERON SUERTE
- Monzón, que conquistó el título mundial de los medios en 1970 y se retiró invicto siete años después de 14 combates en los que expuso el cetro, pasó por las cárceles en más de una ocasión por peleas con sus esposas, una de las cuales, Alicia Muñiz, falleció en 1986 al caer desde un balcón después de una nueva riña. Durante el proceso de declaración, el ex púgil admitió que consumía habitualmente cocaína. Falleció el 8 de enero de 1995 en un accidente automovilístico.
- El invicto campeón venezolano Edwin “El Inca” Valero, que pasó por ser uno de los más grandes noqueadores de la historia del boxeo, se suicidó en prisión el 19 de abril de 2010 después de confesar que había asesinado a su esposa, Carolina Veira.
- Fuera de América Latina, el italiano Tiberio Mitra, el “Tigre de Trieste”, campeón europeo de los medios, también se quitó la vida el 12 de febrero de 2001 después de haber disfrutado de la fama en los cuadriláteros y en el cine. Disputó el cetro mundial de los medios a Jack La Motta en julio de 1950. Perdió por puntos. Con su rostro de ángel, encandiló a directores de cine como Michelangelo Antonioni y Luchino Visconti y llegó a intervenir en una veintena de películas al lado de actores como Alberto Sordi y Vittorio Gassman. Dos fracasos sentimentales y la muerte de dos hijos, uno por sobredosis y otro por el sida, le llevaron a la droga y a la cárcel.
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