Como alguien que ha sostenido muchas de sus peleas en casinos, el campeón de peso ligero Chad Dawson sabe todo acerca de las apuestas. Incluso, él hizo una en septiembre, aunque esta no tuvo nada qué ver con las mesas de cartas o las máquinas tragamonedas.
No, Dawson apostó que podía efectivamente bajar de peso - perdiendo siete libras adicionales de su ya delgada figura y vencer al monarca supermedio Andrew Ward cuando se enfrentaron en Oakland, Calif., la ciudad natal de Ward.
Pero Ward, considerado por muchos como el mejor peleador del mundo que no se llame Floyd Mayweather Jr., jugó con un Dawson mermado en peso. Lo derribó en tres ocasiones y lo venció en el décimo asalto, en una actuación dominante.
Obviamente, la apuesta de Dawson no funcionó. Él hizo una jugada perdedora.
"Lo veo de esta forma: Andre Ward ganó la pelea, y él es un gran peleador", dijo Dawson, cuya corona de las 175 libras no estaba en juego, ya que él retaba por el fajín de las 168 libras en manos de Ward.
"Hice todo lo que me pidieron. Me querían en 168 libras, querían que fuera a Oakland, y lo hice. No hay dudas, ni arrepentimientos.
"Hice algo que mucha gente no haría, pero no me voy a cuestionar o a bajar la cabeza. Ahora volveré a mi peso y seguiré siendo un gran campeón en las 175 libras", señaló.
Esa es la mentalidad de Dawson ahora que se dirige a la primera defensa de su título, que obtuvo al vencer a Bernard Hopkins hace 14 meses. Se enfrentará a Adonis "Supermán" Stevenson, de Quebec, un artista auténtico del knockout con un solo golpe, la noche del sábado (HBO, 10 ET/PT) en el Bell Centre de Montreal.
Dawson, de 30 años, dijo que pesar 175 libras no es un problema, especialmente comparado con lo que debió hacer para dar las 168 en la pelea contra Ward. Dijo que él perdió nueve libras en menos de un día antes del pesaje.
"Nunca fui lastimado por Ward, simplemente estaba exhausto", dijo Dawson. "No pongo excusas, pero todo mundo podía ver que no era yo. Pensé que podía bajar de peso fácilmente pero me di cuenta de lo contrario de una manera dura.
"La noche previa al pesaje, estuve una hora sobre la máquina de correr. Luego me senté en la sala de vapor también por una hora. No comí ni bebí nada hasta el siguiente día, hasta las 4 o 5 de la tarde. Eso me pasó factura. Luego, llegué a la pelea en 190 libras. Mi cuerpo no supo cómo manejar las libras que le metí tras el pesaje, pero también estaba con tanta hambre y sed, que comí y bebí todo. Pero Andre Ward es un gran campeón. Ganó la pelea. Pero me gustaría tener otra oportunidad contra él, en peso semicompleto", señaló.
En la pelea de soporte el sábado, el campeón interino superpluma Yuriorkis Gamboa (22-0, 16 KOs), de 31 años, desertor cubano y actual residente en Miami, hará su primera pelea desde que fue implicado en el escándalo de uso de sustancias prohibidas con la clínica Biogénesis del Sur de Florida, al subir a la división ligera para enfrentarse al poderoso colombiano Darleys Pérez (28-0, 19 KOs), de años, por un cetro interino vacante. Dawson dijo que él ya dejó atrás la derrota contra Ward.
"No es que hubiera bajado a 168 libras y retara al octavo clasificado", dijo Dawson, quien dice que él fue uno de los primeros que sugirió que la pelea se realizara en supermedio. "Reté al mejor hombre en la división. No hay nada de qué quejarse. Me enfrenté al mejor peleador en ese peso. Aprendí la lección. Me hice más inteligente. Aprendí más acerca del boxeo y de mi cuerpo.
"Ahora, puedo salir y demostrarle a todos que no perdí nada con la pelea contra Ward. Con ese combate, hice una apuesta y perdí".
Gary Shaw, el promotor de Dawson. "Chad no está pensando acerca de Ward. No se obsesiona con eso. Está donde debe, y ahí se quedará. Lo que pasó, pasó. Ya lo superó".
Enfrentar a Stevenson (20-1, 17 KOs), un nativo de Haití que se mudó a Quebec cuando tenía 18 años, quizá sea una apuesta menor que enfrentar a Ward, pero aun así tiene su dosis de peligro.
En las 168 libras, Stevenson, quien emergió como un contendiente supermedio durante una racha de siete victorias consecutivas que inició en 2011 al conseguir un knockout tras otro, es un golpeador devastador.
Aunque Stevenson, de 35 años, no comenzó a boxear sino hasta inicios de sus años 20 (tras pasar cuatro años en prisión por proxenetismo y agresión), está subiendo de división para retar a Dawson, él es un pegador tan duro en 168 libras que no hay razón para pensar que no pueda llevar su pegada a esta nueva división.
"No creo que él vaya a perder su poder. Él tiene un poder realmente muy bueno", dijo Shaw. "Sea en 168 o en 175, él lo llevará. Pero mi sentimiento es que él no ha peleado todavía con alguien del nivel de Chad Dawson.
"Esta también es su pelea más grande, y siempre está la teoría de la ansiedad. Además, Chad no va a pararse ahí e intentar el intercambio de golpes u ofrecerle el mentón, sabemos que Stevenson tiene mucho poder, pero tendrá problemas para encontrar a Chad".
Dawson (31-2, 17 KOs), quien es originario de New Haven, Conn., pero que se mudó a Las Vegas hace un año, se refirió a la pelea con Stevenson como una preparación, cuando se vieron las caras en la conferencia de prensa inicial en abril.
Él dijo que nunca había oído hablar de Stevenson cuando le ofrecieron la pelea y tuvo que buscarlo en Google. Dawson todavía no está impresionado por su rival.
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