El mexicano Omar Businessman Chávez realiza un campamento de altura en este municipio del Estado de México para su combate de revancha contra Jorge Maromerito Páez, el próximo 21 de julio en Monterrey.
El hijo del legendario Julio César Chávez está listo para retomar el camino del triunfo ante Páez Jr., quien le quitó su etiqueta de imbatido en diciembre pasado en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.
Chávez (28-1-1, 21 nocauts) decidió entrenar en Metepec, ubicada a unos 10 kilómetros de Toluca, y con una altitud de dos mil 600 metros sobre el nivel del mar, donde ha terminado la etapa fuerte de su preparación para competir de tú a tú con Páez Jr. (31-4-1, 19 KOs).
"Se aprendieron muchas cosas, primero que se puede perder, que hay que entrenar duro, se aprendió mucho boxísticamente, fue una pelea a 10 rounds donde se me puso en aprietos, se me forzó, fue difícil, pero todo eso hizo que me diera más hambre, a no querer perder de vuelta, a no querer que todos esos sueños se derrumbaran", dijo.
"Queremos echarle ganas para retomar el camino de la victoria y perfilarme a un campeonato del mundo que es mi sueño. Estaremos los mismos protagonistas, pero el final será diferente", advirtió Chávez tras su entrenamiento en Metepec.
Chávez realiza entre seis y ocho rounds de sparring, golpea el costal tres rounds más, brinca la cuerda, hace 10 minutos de calentamiento y otros 10 de sombra en el gimnasio, sin contar con las carreras matutinas, abdominales y ejercicios.
"Seguimos con el trabajo fuerte, son estas las semanas más duras, pero en el aspecto físico, de fortaleza, vamos a bajarle, ahora vamos a meterle más al boxeo, a la velocidad, más a la estrategia, para llegar al ciento por ciento a la pelea", señaló.
En esta concentración, Omar, de 22 años y hermano menor del campeón mundial mediano del Consejo Mundial de Boxeo, Julio César Chávez Jr., ha buscado evitar cometer los mismos errores que en diciembre pasado abrieron por primera vez las puertas de la derrota y está seguro de que ahora la historia será distinta.
"Sé cómo ganarle, por eso pedí la revancha, no creo que Maromerito me tenga la medida. Quizá para muchos ésta sea una pelea más, pero para mí tiene un gran valor, porque esto definirá mi carrera, si pinta para cosas buenas o no", aseguró.
Acerca del pleito, señaló que será aún mejor que el primero pues "va a ser una guerra, les garantizo que será una muy buena pelea, yo creo que Maromerito saldrá con la misma estrategia, peleando en corto y usando su rapidez.
"Yo no pienso correr, quiero estar ahí en el intercambio, aunque eso sí, con mi distancia, a mí me conviene pelear a media distancia o larga, haremos lo que más nos convenga", explicó Chávez, quien tiene la ayuda de su padre en los entrenamientos.
"Los consejos de mi padre son muy importantes, me corrige, me exige mucho en el gimnasio, en mi técnica, es un gran soporte y motivación para mí el que mi papá esté conmigo en esta preparación" dijo el peleador sinaloense.
Para este campamento, Chávez incluyó en su equipo al manoplero Mario Morales, al preparador físico Julián Chan, recomendado por Freddie Roach, al sparring Cosme Rivera, en espera de un par más con los que espera terminar la preparación, y los asistentes Serafín Cázares y Rafael Chávez.
"Desafortunadamente los Montiel no pudieron salir de Los Mochis, por eso integramos a gente nueva al equipo, con la que nos hemos acoplado muy bien, pienso que le he echado más ganas, sólo hay que hacerlo bien para que se refleje el 21 de julio y podamos salir con el triunfo", finalizó.
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