Cayó de rodillas, y elevó los ojos al cielo, como en una plegaria. Apenas a dos metros de sí, su rival estaba aún en el suelo, totalmente inconsciente, atendido por sus segundos y el doctor Walter Quintero. Las dos caras que suelen darse en la vida. El drama y la gloria. El triunfo y la derrota. En el ring siempre hay lugar para uno. Y en este caso, en el que se disputaba el campeonato mundial Interino WBA, con más razón.
Ramón CairoLa Joya Chaves celebra su triunfo en Villa Ballester
Diego Gabriel "La Joya" Cháves, coronó el sueño de una familia dedicada el boxeo, logrando este triunfo categórico ante el francés Ismael "Tormenta en el Desierto" El Massoudi: nocaut en el segundo asalto, en la Sociedad Alemana de Gimnasia, Villa Ballester. En el abrazo junto a sus tíos -a quienes él considera como hermanos-, Ismael, Ariel y Abel, que estuvieron en su rincón, quedó el símbolo de una dinastía comenzada con el abuelo del campeón, Rudecindo, y que se continúa en los sobrinos de La Joya: Brian, Sebastián y Kevin.
La pelea fue muy fácil para el argentino, que ahora suma 21 peleas, todas ganadas, 17 por KO. El Massoudi no pudo hacer prácticamente nada, porque Cháves le puso presión desde el comienzo, aprovechando sus brazos más largos. Tirando rectos con más potencia que precisión, Chaves asumió el centro del ring ante un rival movedizo, pero sin consistencia.
Ganó la primera vuelta Cháves, por su energía y actitud, además de haber conectado algunas manos netas al rostro de su rival, y tras algún gancho de izquierda al cuerpo que entró con fuerza. Se veía venir que, cuando pusiera más potencia y se enfocara más, Cháves tenía todo para ganar.
Y fue así, porque en el segundo asalto, Cháves sorprendió al hasta entonces campeón con una derecha larga, que lo tomó en la mandíbula. Estaba cayendo el francés cuando Cháves siguió pegando, ya con el rival prácticamente en el suelo. Una actitud que denotó por un lado su ansiedad por terminar la pelea de una buena vez y, por el otro, su inexperiencia, porque en otro escenario o con otro rival, podría haberle cabido la descalificación. Cayó pesadamente El Massoudi, para recibir la cuenta del referí colombiano Uriel Aguilera.
Cháves buscó inmediatamente la definición, y de esa manera, en una acción confusa, el francés volvió a caer, pero no hubo cuenta -para nosotros debió haberla habido, aunque no hubo un golpe claro, pero era evidente que el boxeador no estaba en condiciones-. Esa acción terminó con las aspiraciones de El Massoudi, quien trató de armarse como pudo, pero no logró frenar al argentino, quien volvió a tomarlo una vez más con la derecha a la cabeza. Cayó totalmente inconsciente El Massoudi y tardaron varios minutos en recuperarlo.
Ramón CairoEl Massoudi sufrió la furia de Chaves
"Sufrió una auténtica conmoción y no logró recuperarse fácilmente, pero por suerte, ya está bien", nos dijo el doctor Walter Quintero, quien ha atendido, entre otros, a Jorge Locomotora Castro y Marcelo Domínguez. El francés, que ahora queda con 36-4-0, 14 KO, finalmente logró reincorporarse.
Chaves festejó largamente. El público no superior a las 1000 personas, también. Se cumplía el sueño de toda una familia. Y comienza una etapa diferente para este boxeador que, ahora podría tener en el futuro una chance con Paul Malignaggi, el campeón regular para la WBA. No debería descartarse una pelea previa con el inglés Kell Brook (invicto en 28 peleas con 18 nocauts) de Sheffield, campeón Intercontinental de la WBA, tras vencer a Matthew Hatton, hermano de Ricky, como una pelea previa al combate con Malignaggi.
Claro que en este momento, son todas especulaciones. "Lo único que quiero es festejar con los míos. Tenía toda la confianza del mundo, sentía dentro mío que no iba a perder, que no podía perder, que ese cinturón tenía que ser mío. A veces algunos dicen que soy un poco arrogante, y eso puede ser, es mi forma de actuar. ¿Por qué fingir otra cosa, si yo sabía que este título iba a ser mío? Es el sueño de toda una familia y por suerte, me tocó a mí hacerlo realidad".
La pelea, organizada por Osvaldo Rivero, duró menos de seis minutos; nunca sabremos si el francés El Massoudi podría haber hecho algo más. Chaves no lo dejó y lo hizo todo tan fácil, que no quedaron dudas. Ha nacido un nuevo campeón mundial, en este mundo de interinatos, en donde todo es confuso. Ahora, solamente le queda demostrar que es capaz de mucho más.
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