Comentario de Rafael: Vázquez, de 28 años y oriundo de Puerto Rico, hijo del ex campeón de tres divisiones del mismo nombre, ganó un título vacante de peso pluma junior en 2010 y realizó dos defensas exitosas antes de perderlo por nocaut en el 12do round en una derrota sorpresiva ante Jorge Arce en mayo del 2011, en la cartelera previa al combate entre Manny Pacquiao y Shane Mosley. Vázquez se recuperó con una victoria y luego se enfrentó a Nonito Donaire en febrero disputando su viejo cinturón, que había quedado vacante. Donaire derribó a Vázquez en el noveno asalto y se alzó con la victoria por puntos. Vázquez tenía programado regresar tras esa derrota ante el ex campeón Rafael Márquez en lo que fue un excelente choque en la rivalidad entre Puerto Rico y México. Pero Márquez canceló su aparición en la pelea en dos ocasiones, alegando lesiones (aún cuando tiene planeado pelear con otro rival a finales del mismo mes). Por eso fue que Oquendo, de 29 años y oriundo de Puerto Rico, quien tenía planeado pelear en la cartelera, fue llevado al evento estelar de este evento de pay-per-view de la empresa Puerto Rico Best Boxing Promotions.
Oquendo venía de una racha ganadora de ocho combates desde que fuese noqueado por el ex campeón pluma junior y pluma Juan Manuel López en un combate por un título regional en 2008. Pero Oquendo también estaba regresando tras un descanso de un año debido a lesiones sufridas en un choque, durante un accidente en el que tristemente falleció su novia, también pasajera del vehículo.
Oquendo terminó siendo un reemplazante digno en una pelea repleta de acción de ida y vuelta, con una multitud muy emocionada por los combates de la noche. Oquendo comenzó muy bien. Vázquez siempre ha comenzado con lentitud, pero pareció sorprendido por la velocidad y potencia de Oquendo, y estaba perdiendo en los primeros asaltos. Oquendo pareció ganar los tres primeros rounds, pero Vázquez eventualmente se lanzó con todo. En el quinto round, la pelea se transformó en el combate a todo o nada que muchos esperaban. Ambos estaban intercambiando golpes cuando Oquendo conmovió a Vázquez cuando faltaba algo más de un minuto para terminar el round.
Las piernas de Vázquez se transformaron en gelatina, y tocó las lonas con ambos guantes en lo que debería haber sido declarado como una clara caída, pero el réferi José Hiram Rivera no lo vio y la batalla continuó en lo que fue un fantástico asalto, digno de ser visto entre los mejores del año. En el séptimo, Vázquez se lanzó sobre Oquendo, quien de repente pareció cansarse y decaer mientras Vázquez conectaba sólidas derechas a la cabeza. Vázquez continuó castigando al decaído Oquendo, llevándolo hacia un rincón y derribándolo sobre una rodilla. Oquendo se quitó el protector bucal y dejó ver una mirada de resignación en su rostro. Con un brazo colgando sobre una soga del ring, escuchó pacientemente a Rivera, quien le suministró el conteo completo a los 2 minutos con 33 segundos antes de ponerse de pie. Oquendo hizo un buen esfuerzo pero simplemente no pudo competir con un Vázquez mucho más experimentado, quien anotó una victoria de calidad y probablemente se encontrará disputando un título mundial en poco tiempo. Lo más importante de todo es que si ustedes se gastaron $39.99 en esta cartelera de pay-per-view (un poco caro, para este calibre de carteleras) al menos vieron algo de buena acción tanto en el evento estelar como en la pelea previa entre Moisés Fuentes e Iván Calderón.
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