El “Matador” Franklin Mamani partió el martes por la noche con destino a Múnich, Alemania, donde el sábado se enfrentará al recio pegador alemán Howik Bebraham, por la categoría ligero.
El ganador de este combate internacional, tendrá serias aspiraciones de pelear por el cetro mundial que está en manos del venezolano Jorge Linares, quien recuperó su corona. Estarán en juego cetros internacionales que ostenta el alemán, quien es reconocido como campeón de su continente por la WBA y WBO. El viaje tenía que realizarse ayer, pero la empresa internacional que maneja a Mamani, decidió adelantar el viaje para el martes por la noche, quien junto a su entrenador, Freddy Mamani, viajaron con destino a la ciudad de Múnich, con vistas al combate del próximo sábado. De acuerdo al grupo de trabajo que tiene Mamani, hubo un cambio de itinerario por lo que las conexiones fueron La Paz-Lima, Lima- París, y París- Múnich, donde arribó en la víspera. Mamani se mostró bastante contento por esta nueva pelea en la élite del boxeo mundial y ante un púgil ranqueado a nivel internacional. Uno de los objetivos que se ha trazado el pugil nacional, el único en el país que llegó a pelear por el cetro mundial, en ese entonces -el 11 de junio de 2016- se coronó el montenegrino Dejan Zltaticanin, quien también unos meses después resignó su cetro ante un diamante en bruto del pugilismo internacional, Danny García de Estados Unidos. Mientras, el venezolano Jorge Linares recuperó el cetro mundial que ostentaba hasta que se lesionó con gravedad. Mamani partió con una sonrisa, con la ilusión de poder dar una alegría a la afición nacional que espera un triunfo.
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