lunes, 11 de abril de 2016

Video Kuny Murakamy derribó al campeón brasileño Adriano Moraes en el tercer round

Con una asistencia de aproximadamente 1.500 espectadores, la noche de este sábado el Coliseo Cerrado de la UAP vibró de emoción ante la contundente e histórica victoria conquistada, en la pelea de fondo, por el baluarte del box pandino Kuny Murakami que derribó a su rival brasileño, el campeón del Acre Adriano Moraes, en el tercero de los seis rounds pactados. Fue un knock out técnico indiscutible.

Smithker Cohelo —que fue los ojos de Sol de Pando en la pelea organizada por la promotora boxística “Pando Figth”— narra las incidencias de un combate en el que Murakami definió la situación sin llegar al minuto dos del tercer asalto:

“Ambos Pugilistas mostraron bastante técnica” —describe Cohelo—. “El primer round se caracterizó por un marcado respeto entre ambos luchadores y poca hostilidad. En el segundo asalto ya se mostraron más entregados a la pelea y Kuny Murakami expuso mucha serenidad y concentración, incluso esquivó de forma muy ágil varios ganchos y jabs del campeón acreano Adriano Moraes”.

La victoria sobrevino en el primer minuto con 16 segundos del tercer round. La derrota del contrincante brasileño se produjo en dos caídas sucesivas que para evitar una tercera tirada a lona con un knock out definitivo, el brasileño dejó terminar el conteo del réferi tras el segundo tropiezo, arrinconado entre las cuerdas, decretándose el K.O. técnico.

“En el tercer asalto Kuny Murakami pudo notar un vacilo del adversario brasileño en la parte baja del abdomen y atacó con ganchos cruzados, llevando al brasileño a la lona… y luego que el réferi reiniciara la pelea, el representante pandino concluyó con una combinación de ganchos cruzados al cuerpo de Adriano Moraes, venciendo la pelea por knock out técnico”, relata Smithker Cohelo.


Del ring al ejercicio médico

“Esta es una pelea muy importante en mi vida, pues probablemente cierre el boxeo como pugilistas por motivos de falta de tiempo, ya que mi trabajo como médico requiere de bastante dedicación”, dijo Kuny a Sol de Pando pocas horas antes de aquella que fue, sin duda, la pelea de su vida. El pugilista tenía decidido dedicarse full time a su profesión médica dirigiendo el programa de Fortalecimiento a la Salud en la Gobernación de Pando.

Su plan se cumplió al pie de la letra en la pela de anoche, siempre acompañado en los alrededores del ring por su ejemplar familia. Su hermano mayor entre cinco, Oscar, que radica actualmente en el Japón, monitoreó todas las incidencias de la pelea desde su whatsapp, mientras el segundo hermano, Alejandro, junto a Fernando el más pequeño, oficiaba como asistente en la esquina respectiva del ring. (Kuniaki tiene otra hermana, Alejandra, que es periodista en Santa Cruz).

El triunfo ha sido dedicado al patriarca de los Murakami, el fallecido y bien recordado “Aleko”, Alejandro Murakami Guerrero, un descendiente de emigrantes japoneses que llegaron a la Amazonia boliviana en los años 20 del siglo pasado. Fue un pionero infatigable de la actividad del box en Pando. “Yo de niño admiraba mucho a don Aleko por su gran capacidad deportiva”, recuerda Smithker Cohelo. Su hijo Kuniaki heredó ese talento y se preparó para su pelea final entrenado por dos veteranos que trabajaron con don Aleko: en la parte física por el profesor Engler Benquique que preside la Asociación de Boxeo de Pando, y en la parte técnica por el profesor Oscar Leigüe Subirana.

“Kuny es hermano de un gran amigo mío, Oscar, que vive desde hace años en Japón” —dice Smithker—. “A través de esa amistad conocí a Kuny y en este evento decidí patrocinarlo con alguna producciones publicitarias. Asimismo lo conocí como médico y tuvimos la oportunidad de emprender algunas actividades de solidaridad junto al grupo La Voz Amazónica”.

Según este buen amigo, “Kuny está constantemente tratando de sumar fuerzas para incentivar el deporte en Pando, buscando el apoyo de autoridades en la promoción de estas veladas boxísticas. Sé que a pesar de que desde ahora se entregará de lleno a su carrera profesional como médico, Kuny no dejará de promover una generación de pugilistas pandinos que puedan alcanzar una sostenida representación nacional, lo cual es su mayor deseo”, asegura Smithker.

Por su parte, el aludido hermano, Oscar, en contacto con Sol de Pando desde la ciudad de Ayabe, en el Estado japonés de Kyoto, dedica estas palabras a Kuny:

“No lo digo por mí si no por las personas que lo rodean, Kuniaki es muy profesional, buen amigo, siempre está con la sonrisa en los labios y por su trabajo como médico que le quita el tiempo para seguir entrenando, es que colgará los guantes para dedicarse a ayudar a las personas y demostrar a la juventud y su pueblo que todos podemos llegar donde queremos si nos lo proponemos”.

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