Mientras sus colegas se muestran serios ante el público y los micrófonos, José Luis Castillo no para de bromear y reír. Aunque es el de mayor experiencia entre los siete boxeadores que se presentan frente a la prensa, para la cartelera de este viernes primero de febrero en el UIC Pavillion de Chicago, "El Terrible" luce y actúa como el más joven, como un debutante.
Su personalidad irreverente, su sentido del humor y su perenne sonrisa, fuera del ring, lo hacen todo un personaje pintoresco dentro del boxeo, por estos días en los que a sus 39 años de edad persigue su anhelo de regresar a la élite mundial de la disciplina, que en una oportunidad llegó a dominar.
El nativo de Mexicali, en Baja California, México, sabe que quizás ya puede ser tarde para reconquistar ese sueño que una vez le perteneció y que por descuido, así como por vicisitudes personales, se le desvaneció.
"Dejé pasar cinco años, porque me separé, me divorcié y eso fue algo que me afectó muchísimo moralmente, por lo que me retiré del boxeo entre comillas, porque me mantuve peleando, pero sin entrenar ni hacer nada", contó Castillo, en el Palmer House Hilton de Chicago, donde fue presentado para la pelea que tendrá el viernes primero de febrero contra Antwone Smith, 13 años menor que él.
"El Terrible", que llegó a conquistar el título de los peso ligeros de la Organización Mundial del Boxeo en el 2000 y en el 2004, no sabe en qué momento le renacieron las ganas por boxear, pero cree que en eso tuvo que ver su familia y todas las comentarios negativos que se llegaron a decir de él, de sus condiciones.
"De repente me nacieron las ganas otras vez y ojalá se me dé la oportunidad de volver nuevamente a los primeros planos", dijo Castillo, quien agregó: "Mis hijos, el amor que siento por ellos tuvo que ver en esto, porque para ellos soy su ídolo y ahorita me duele que mucha gente me diga que ya estoy viejo o acabado. Quiero demostrarle a la gente que no es así, que me di un break y que ahora quiero retomar el camino, quizás ya es tarde, pero no lo sé, por eso estamos aquí para averiguarlo".
El dinero, según asegura, no es una necesidad ni una motivación en estos momentos, ya que "vivo bien, quizás no como un millonario, pero vivo bien. Además estas peleas no representan nada en dinero, porque lo que uno gana en estas peleas tortillas duras, como decimos en México", comentó.
Los años en el boxeo -- lleva 22 --, la madurez y las lecciones le han hecho tomar consciencia de su entorno, de sus condiciones y de lo que arriesga en cada combate, de ahí que ahora asegure ser un boxeador con mayor comprensión de la escena y del deporte, en el que registra foja de 64 victorias (55 por nocaut), 11 derrotas y un empate.
"Uno va aprendido de las cosas que hizo mal o que dejó de hacer, entonces uno busca enderezarlas para aprovecharlas ahora y buscar otra oportunidad, si no bueno, se hace el intento. Pero no es secreto que ahora es un poco más difícil para uno, por la edad, porque ya uno está llegando a los 40 años y vienen chamacos muy fuertes y rápidos. Nos toca batallar en contra corriente, pero como decimos en México: la esperanza es lo que muere de último", expresó Castillo.
Esa esperanza por volver a la élite boxística, a la cual perteneció en algún momento, pasa por comenzar el 2013 con un triunfo, uno ante Smith -- un boxeador rápido -- y que le abra la puerta para mejores oponentes.
Aunque intenta ser conservador, Castillo deja colar otra de sus intenciones, quizás una muy ambiciosa, el pelear en un futuro ante Floyd Mayweather Jr., con quien registró una de las mejores peleas de su carrera -- para muchos incluso llegó a ser superior al hoy campeón invicto del peso welter y quien es denominado el mejor boxeador libra por libra --; o contra Manny Pacquiao.
"Primero es Smith y después se verá que es lo que viene, si es Mayweather o Pacquiao, pero no sé. Primero es la A y después la B. Esta puerta que representa Smith es la que me puede llevar a esos grandes peleadores como Mayweather y Pacquiao", dijo el mexicano.
El 20 de abril de 2002, en Las Vegas, peleó y perdió por primera vez con Mayweather Jr., en un resultado controversial, ya que para muchos expertos Castillo domino la pelea y golpeó a su oponente como pocos lo habían y lo han hecho. Luego se volvieron a enfrentar el 7 de diciembre el mismo año y en la misma localidad, ahora sí con un arrolladora victoria del estadounidense.
Quizás a "El Terrible" no le llegue la oportunidad para medirse nuevamente a Mayweather, pero eso no le quita el sueño, pues lo que él quiere es volver a codearse en un alto nivel. Es eso lo que aviva su deseo de mantenerse activo y de disfrutar cada nueva oportunidad que le da el boxeo, por eso no importa con quién esté ni qué esté sucediendo a su alrededor él se mantiene sonriendo y bromeando como si fuera un debutante.
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