El castigo que impuso la Agencia Antidopaje de Estados Unidos a Erik Morales abre un archivo que el boxeo no ha tratado con seriedad: el dopaje. José Sulaimán, el eterno presidente del Consejo Mundial de Boxeo sale en defensa de Erik. Dice que no se debe destruir la carrera de un ídolo, ni poner en duda su transparencia. Dice que Erik es un atleta intachable. Y todo lo asegura en cinco minutos después de su habitual conferencia semanal, que la prensa conoce como Martes de café.
¿Cómo ve el caso de Erik Morales?
Bueno. Yo pienso que la USADA es un buen laboratorio que depende de WADA, la agencia mundial que se hace cargo d los más serios principios de exámenes antidoping. Lo que sí no me parece es que se haya metido en un deporte que no es suyo, en un deporte que no le solicitó su participación. Nosotros sólo dependemos de la Comisión de Box. El que traten de manchar la imagen de un peleador extraordinario sí me molesta y acuso a la USADA de meterse en lo que no le importa.
¿Por qué Erik decide no apelar?
A mí que me importa apelar. Tengo tantas cosas más importantes que hacer que apelar contra alguien que no tiene que ver con nosotros ni con el boxeo. ¿Para qué?
¿Por qué si el beisbol, el futbol y otros deportes profesionales se apegan a la WADA, el boxeo no ha decidido hacerlo?
Nosotros también estamos. Cada laboratorio que se acepta como oficial es reconocido por la WADA. Lo que yo no estoy de acuerdo es que el boxeo profesional siga las mismas reglas de otras instituciones. La liga de beisbol tiene lo suyo, el futbol tiene lo suyo y nosotros también.
¿Entonces respeta a la WADA, pero no sus sanciones?
No es la WADA y si yo hubiera requerido la atención de la WADA, entonces sí, pero la WADA no tiene nada que ver con esto, aquí lo que tiene que ves es que la Comisión de Box de Nueva York no encontró ningún positivo en el examen que se le hizo antes de la pelea. Al Consejo Mundial hay que entender que lo único que nos importa es que a la hora de la pelea, los boxeadores estén limpios. Cómo vivan su vida es cosa de ellos. No tenemos autoridad en su vida.
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