Mucho se ha hablado en las últimas semanas de cómo Manny Pacquiao ha reordenado su vida y reenergizado su nivel de trabajo de preparación y su enfoque para pelear gracias a que se ha reconciliado con Dios y su fe católica.
Hasta ahora todo luce muy positivo en ese sentido. Pacquiao dejó de salir de noche en tiempo de entrenamientos para jugar en los casinos o darse un ocasional trago. Alejado de esos ambientes también dejó las fiestas y las ocasionales novias de momentos que se podían acercar a gozar de los placeres que podía proveer él por su fama.
Pero una pregunta ha surgido de todo el proceso. ¿Tendrá Manny Pacquiao la capacidad de siendo un fervoroso cristiano ser un temible guerrero sobre el ring?
Esa pregunta ha surgido en las mentes de muchos porque Pacquiao ha sido consistente en mencionar que en su renovado espíritu cristiano no hace algunas cosas porque van en contra de la voluntad de Dios. Por ejemplo, éste no ha querido predecir como podría terminar el combate de este sábado ante Timothy Bradley porque predecir el futuro es abominación ante Dios.
¿Y entonces qué del arte de pelear? ¿Puede un buen cristiano infligir castigo y lastimar al prójimo?
"Si", dijo Pacquiao. "El boxeo es un deporte y tengo un trabajo que hacer".
El filipino, quien posee marca de 54-3-2 con 38 nocauts, en su carrera siempre ha sido identificado como un peleador misericordioso que domina sus peleas pero en ocasiones cuando ve que tiene todo ganado protege a sus rivales y no les inflige daño de más.
Pacquiao dijo que el sábado demostrará que seguirá siendo el mismo peleador de siempre pese a su renovado espíritu cristiano. Dejó saber que fuera del ring es un mejor hombre y que dentro del ring seguirá siendo un gran deportista y posiblemente un mejor boxeador porque tiene todo su enfoque y su mente centrada en trabajar para ganar peleas.
Cuando se le preguntó al entrenador Freddie Roach si ve positivo todo el cambio de la manera de pensar y actuar de Pacquiao por su reconciliación con Dios, el entrenador dijo que realmente no tiene una opinión a favor o en contra totalmente.
"Si la religión funciona para él, no tengo ningún problema. Lo que sí puedo decir es que bajo este proceso ha venido a trabajar al gimnasio sin cansancio y con ganas porque no pasó la noche jugando en los casinos o bebiendo o divirtiéndose como se divertía", dijo Roach, aclarando que Pacquiao no tenía problemas con la bebida o se pasaba bebiendo en pasadas sesiones de entrenamientos sino que ahora no lo hizo en tiempo muerto entre peleas.
"Pero ustedes saben como es. Yendo al casino quizás se daba una cerveza y de ahí llegaban las chicas y otras cosas. Pero ahora no es así. Ahora está todo el tiempo con su familia y leyendo estudios bíblicos. Y eso lo mantiene más enfocado y simplemente esa relación con Dios es 100 por ciento positivo".
Pacquiao también hizo otros ajustes en su vida que no tienen nada que ver con la religión. Por ejemplo, en pasadas preparaciones corría en las mañanas, entrenaba en las tardes y luego se iba a jugar baloncesto por dos horas con sus amigos. Esta vez, sin embargo, comprendió que quizás esas dos horas de jugar baloncesto ponían sobre su cuerpo un extra de trabajo que afectaban su estámina. Aprendió que el descanso también es parte del entrenamiento.
Pero lo más importante de todo es que su renovada relación con Dios no cambiará su instinto de peleador.
"No, eso no cambiará", dijo Roach. "Él siempre ha sido un peleador compasivo con sus rivales porque ha dejado de hacer daño a otros rivales. Pero no creo que eso vaya a suceder en esta pelea por el estilo de Bradley. Porque Bradley va a seguir viniendo hacia el frente y es durable. Por lo tanto, no creo que en esta pelea habrá espacio para ser compasivo".
De otra parte, Bradley vendrá con el hambre del retador que quiere alcanzar el pináculo de su carrera. Y por tal razón Pacquiao tendrá que pelear con todo lo que sus recursos de peleador para salir airoso.
"Pacquiao estará listo para pelear al nivel que requiere esta pelea. No toma a nadie a la ligera", dijo Roach.
Así que no se preocupe por los cambios positivos que ha dado Pacquiao a su vida. Como cristiano no tomará literalmente el verso bíblico que dice que cuando te den en una mejilla le pongas la otra a tu ofensor.
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