Todo está listo en Las Vegas para el espectáculo que nadie ha sabido definir ni encuadrar en una modalidad deportiva específica como es la pelea de boxeo entre el estadounidense invicto Floyd Mayweather Junior y el luchador irlandés de artes marciales mixtas Conor McGregor.
Después de haberse montado un circo mediático tan "surrealista" y poco ético como el lamentable espectáculo de promoción de la pelea que dieron los dos protagonistas, ha llegado la hora que el sábado por la noche se suban al cuadrilátero montado en el T-Mobile Arena para definir a un ganador.
Como es lógico, el gran favorito es Mayweather junior, un excampeón invicto de 40 años, que a pesar de no haber boxeado en dos años, se retiró de forma voluntaria, mantiene su condición de haber sido uno de los grandes de todos los tiempos.
Mientras que su rival (0-0) hará su debut como profesional del boxeo y aunque es 11 años más joven, y aseguran que posee una gran pegada, no tiene asimilados los fundamentos ni el conocimiento de la ciencia del deporte que representó mejor que nadie el legendario Mohammed Ali, un peso pesado que mostró al mundo entero lo que debe ser un verdadero púgil y lo hermoso que es cuando se ejecuta bien.
Nada de eso interesa en el duelo entre Mayweather junior y McGregor, dado que se montó en base a que el excampeón invicto estadounidense hiciese su última salida al cuadrilátero no para competir sino para llevarse otro bolsa que podría superar los 250 millones de dólares y además de regaló un triunfo más de marca.
Mayweather Junior tiene garantizada una bolsa de 100 millones de dólares que con el porcentaje que reciba de los derechos de venta por televisión de pago podrían alcanzar como mínimo los 250 millones de dólares o superar los conseguidos por su duelo ante el excampeón filipino Manny Pacquiao, en mayo del 2015.
Aunque Mayweather junior insiste que para nada piensa en la marca de los 50 triunfos sin derrota que lo dejaría como el único en la historia del boxeo que acaba campeón invicto y con tantas victorias, es otro aliciente exclusivo que tiene la pelea para el púgil estadounidense que ha sido el que ha impuesto las reglas del juego.
Las que han aceptado hasta la propia Comisión Atlético de Nevada, que con los ingresos de más de 600 millones que se espera dejen el llamado espectáculo deportivo, se olvidó de defender y velar por la integridad de los atletas a cambio de tener asegurada también una importante cantidad de millones de dólares.
De ahí, que tras el pesaje que ambos protagonistas cumplieron sin ningún problema, se pudo ver a Mayweather junior más feliz que nunca, completamente relajado y seguro que a partir del sábado por la noche habrá conseguido todos los objetivos que se propuso con un combate que pasará a la historia porque nadie ha podido definir.
También estará pleno de felicidad McGregor que antes de subir al cuadrilátero ya tiene asegurada una bolsa de 30 millones de dólares, que supera cualquiera de las que haya ganado por sus peleas en el octógono durante su carrera en las artes marciales mixtas.
Pero, al igual que Mayweather junior, el peleador irlandés terminará ganando muchos más millones, hasta poder llegar a los 100 por haber promocionado su propio debut en el deporte del boxeo, algo completamente insólito y sin ningún argumento racional.
Mientras la ironía será ver al resto de los profesionales que rellenan la cartelera sí que tratarán de dejar en alto al deporte del boxeo aunque lo hagan por una auténtica "miseria" en comparación con lo que van a recibir Mayweather junior y McGregor.
Estos profesionales los encabeza Gervonta Davis (18-0, 17 KOs), quien perdió el título mundial ligero junior al estar por dos libras por encima del peso límite de las 132, que ganara 600.000 dólares por su combate frente al costarricense Francisco Fonseca (19-0-1, 13 nocáuts), quien apenas tendrá una bolsa de 35.000 dólares.
Aunque Fonseca, de 23 años, recibirá un cheque mayor por la porción del dinero que le deberá pagar Davis al estar con más peso del establecido por el reglamento y el contrato.
El campeón secundario de peso ligero, Nathan Cleverly (30-3, 16 KOs), de Gales, ganará 100.000 por su defensa ante Badou Jack, aunque es probable que Cleverly reciba más dinero por la transmisión de la función en la televisión británica.
Jack (20-1-3, 12 KOs), quien pelea por primera vez desde que dejó vacante su título Supermedio, recibirá 750.000 dólares.
Dentro del peso crucero, Andrew Tabiti (14-0, 12 KOs) y Steve Cunningham (29-8-1, 13 KOs), exdoble campeón mundial, recibirá una bolsa de 100.000 cada uno por su pelea en pago por evento, que también les puede dejar algún dinero más.
Mientras que los pesos welter Thomas Dulorme y el veterano cubano Yordenis Ugas ganarán 75.000 dólares y 50.000 dólares, respectivamente, cada uno por enfrentarse en combate pactado a 10 asaltos y que serán los que representen al verdadero deporte del boxeo.
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