martes, 27 de enero de 2015

Raya vuelve al país con puños de hierro

En 2014, una lesión en la pierna lo obligó a interrumpir su preparación y tuvo que estar ocho meses inactivo, en un país que no era suyo, lejos de su gente y su familia. Sin embargo, eso no lo frenó. Al contrario, lo motivó aún más para continuar con su sueño.

Juan Fernando Raya, uno de los contadísimos boxeadores bolivianos que decidió llevar muy en serio su pasión arriba de un ring, hizo del esfuerzo y la dedicación su forma de vida. Regresó al país luego de haber entrenado en la Ciudad de México, lugar que escogió por ser cuna de pugilistas.

Tras haber pasado también por Ecuador, Brasil y Chile, este boxeador capitalino, de 25 años, está nuevamente en Bolivia.

Hace solo una semana, derrotó a Henry Avilés (categoría 72 kilogramos) y, de pronto, se convirtió en campeón nacional.

P: ¿Cuánto le sirvió su preparación en México?

R: Me sirvió muchísimo. Aprendí tanto en lo técnico como táctico. Gané experiencia, la que aplico ahora arriba del ring. Gracias a Dios tuve una buena escuela y es lo que me sirve en los combates. Estuve en el Romanza Gym, uno de los mejores del mundo, a cargo de Ignacio Baristain, el mejor entrenador.

P: ¿Por qué decidió ir a México?

R: Es un país muy fuerte en el boxeo y hay muchos que destacan. Este deporte es muy distinto allá. Realmente es muy fuerte. Siempre tuve el deseo de saber cómo se entrenaba en ese país y gracias a Dios me fue bien.

P: ¿Cómo ha sido el ritmo de sus peleas allí?

R: Me subía al ring cada dos semanas y estaba bajando de categoría para pelear el próximo 28 de marzo. Lastimosamente tuve un desgarro en la pierna y me quedé ocho meses parado. Luego preferí volver a casa. Mi carrera siempre la hice con mis propios medios. Sin embargo, en cada país que estuve, afortunadamente hice amigos que me apoyan. Fue lo que sucedió en México, muchos querían que me quedara a boxear allá.

P: Demostró todo lo que aprendió en su reciente pelea, cuando derrotó a Henry Avilés y obtuvo el cinturón nacional...

R: Exacto. La pelea fue buena, quería terminar antes de los 10 rounds, pero mi rival estaba muy bien preparado físicamente. Fue una bonita experiencia. En la próxima pelea, estoy seguro de que me irá mejor en cuanto a tiempos.

P: ¿Qué lo distingue cuando está arriba del cuadrilátero?

R: El corazón. Siempre intento sobrellevar la pelea, cueste lo que cueste. Cuando subo, siento la linda experiencia y claro que dan ganas de salir ganador. Me voy hacia adelante a dar golpes y a recibirlos.

Me enfoco 100 por ciento en el boxeo porque quiero hacer una buena carrera. Pondré todo de mi parte.

P: ¿Qué proyectos tiene a corto plazo?

R: En los próximos días iré a Chile para entablar una reunión. Posiblemente pelee allá en marzo con el campeón de mi categoría. Estoy evaluando esa posibilidad. Retornaré el fin de semana. Posteriormente tendré una pelea en Santa Cruz.

P: ¿Ha recibido ofertas durante su estadía en Bolivia?

R: Así es. Ahora estoy viviendo en Santa Cruz, espero pelear en febrero. Me ofrecieron un combate en Cochabamba contra Henry Mamani, si no recuerdo mal. También se vienen peleas en otras divisiones en Santa Cruz, para el 28 de febrero. Veré cuál es la mejor elección. Mi sueño es hacerlo en Estados Unidos ya que allá pagan más y hay oportunidad de pelear por el título mundial. Tengo las condiciones. Estoy seguro.

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