Carlos Balderas en su infancia peleaba a puñetazos con amigos, razón por la que su padre lo incentivó a canalizar su energía hacia el boxeo y hoy se prepara para representar a Estados Unidos en Río 2016.
“Mi familia es de ascendencia mexicana y me siento bien orgulloso de ello también”.
“Representar a Estados Unidos en los olímpicos es algo grande que he soñado desde que tenía 7 años. Estoy muy entusiasmado”, afirmó el pugilista de peso ligero.
Balderas, de 19 años, nació en Lompoc, California, y se entrena en el gimnasio Elite Boxing Team del pueblo de Santa María.
El joven boxeador es hijo de campesinos de Oaxaca, México, quienes al emigrar a EEUU en la década de los ochenta trabajaron en las cosechas de fresas en haciendas de California.
“Me estaba involucrando en problemas junto a mi hermano (José). Andábamos peleando en las calles”, recordó Balderas.
“La razón por la que entramos a la escuela de boxeo fue para alejarnos de las calles y así es más o menos cómo comencé”.
El experto en pugilismo empezó a coleccionar cinturones de campeón a los 8 años y hoy posee 24 preseas. La mitad corresponde a títulos nacionales.
Sin embargo, la pelea que definió su integración al Team USA fue su victoria en la Serie Mundial de Boxeo (WSB) en diciembre de 2014, en Chattanooga, Tennessee. Zenón, padre de Carlos y entrenador, invertía sus ahorros de labores agrarias en equipo de boxeo para sus hijos con los que creó el gimnasio Elite Boxing Team, en donde hoy a bajo costo entrena a otros jóvenes para alejarlos de los peligros de los barrios bravos.
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