viernes, 11 de mayo de 2018

Pan y té, el frugal desayuno de dos boxeadores de élite

Aquí comemos con los soldados. Ya somos parte. En la mañana tomamos té con pan. En el almuerzo, fideos...lo que comen ellos. Es para llenar la barriga”.

El desayuno para la tropa es el mismo: pan y té. No hay distinciones. Y los boxeadores bolivianos de élite Óscar Ardaya y José Cuéllar (que sacan el pecho en un acto casi heroico al decir que esperan estar en la selección y que quieren el oro para el país en los Juegos Suramericanos) se “mimetizaron” entre los militares. Comparten el menú en el comedor de la Escuela Militar de Sargentos del Ejército (EMSE).

Sí. Solo pan con té para dos atletas de alto rendimiento que concentran en Tarata desde el 1 de abril, que decidieron “aguantar” el día a día y que se constituyen en los únicos que resistieron las condiciones de entrenamiento de un total de casi 20 pugilistas que se congregaron inicialmente.

Llegaron desde el Beni con más ilusión en las maletas que dinero en los bolsillos. De hecho, sus familiares y amigos tuvieron que recurrir a campañas y quermeses para que ambos pudieran presentarse en la Llajta e insertarse en la recta final de preparación.

La EMSE no mostró una actitud dubitativa y aceptó de inmediato acoger a los boxeadores en “casa”, brindándoles tanto como está en sus manos. Ello es algo que los benianos reconocen de forma constante. Entienden que se trató de un desprendimiento por parte de la entidad y exponen su respuesta ante la generosidad a la voz de: “El que nos apoyó fue el coronel de aquí. Le agradecemos mucho. Si no fuera por él, no sé dónde estaríamos”.

Gratitud, por un lado, y desmotivación debido al apoyo de las entidades deportivas y autoridades, por el otro. La alimentación que consumen a diario no es la adecuada para deportistas que sueñan con competir en un evento internacional de la talla de los Suramericanos. Es por eso (y porque tampoco cuentan con un cuadrilátero) que el resto de los convocados dejó la concentración y se trasladó a sus departamentos.

Los cochabambinos Sergio Alcócer y Brian Fernández, confirmados en la lista corta que oficializó ayer el Comité Olímpico Boliviano (COB), decidieron continuar con sus ensayos en Cercado, donde, además de tener acceso a un gimnasio que les facilita los elementos de entrenamiento de forma gratuita, pueden comer de mejor manera.

Vladimir el Niño Gómez, pugilista profesional y propietario de la escuela Campeones, da algunas pautas de lo que se acerca a una ingesta correcta. “Un buen desayuno para un atleta debe tener proteína, unas cinco claras de huevo acompañadas por una porción de avena y algunas frutas, que pueden ser papaya, piña, manzana o banana. Luego, a mediamañana, un poco de yogur y algo de cereal”.

De acuerdo con Gómez, lo principal para un boxeador es “cuidar su peso”, lo que supone no caer en excesos de carbohidratos. “Tiene que haber una base de proteínas, minerales y vitaminas”.

12 BOLIVIANOS POR DÍA EN PASAJES Cuéllar (75 kilogramos) arribó desde Guayaramerín y subsiste gracias a la colaboración de su familia, que suele enviarle algo de efectivo cada semana. “Nuestros padres nos mandan dinero desde nuestros pueblos”, cuenta, y agrega que, a diario, debe gastar 12 bolivianos solo en pasajes de ida y vuelta para entrenar también en Cercado, junto al equipo y al “profe” Alberto Quilla.

Lo mismo sucede con Ardaya. El muchacho de 23 años (81 kilos), que es albañil y asoma con optimismo a la puerta de una carrera que comienza a descubrirse ante sus ojos, aclara que “su historia recién empieza”, pero que las falencias se sienten.

Debió “prestarse” dinero para reunir esos 12 bolivianos y trasladarse hacia el centro valluno, aunque hay ocasiones en las que opta por quedarse en Tarata para no gastar.

“Cada cuatro días me envían 100 o 200 pesos. Es harto. Trato de hacerlos durar. Somos solo los dos del Beni los que seguimos, los demás se fueron a su departamento a entrenar. Eso nos dijeron a nosotros, pero sale muy difícil ir y volver”.

Tanto ellos como Alcócer señalan que, al principio, gozaban de la ayuda de la Alcaldía de Punata, que les brindaba desayuno, almuerzo, cena y frutas. Luego, ello se cortó.

A COMPRAR INYECCIONES Ardaya sufrió un estirón en el brazo derecho durante la estadía. Con cada ensayo, su molestia iba empeorando, por lo que se vio obligado a dirigirse a Cercado y comprar inyecciones. “Me lastimé. Ya no sé cuánto gasté”.

Cuidar el peso en el boxeo resulta esencial, así como asegura el Niño Gómez. Óscar se encuentra convencido de que, de momento, se mantiene en 79 kilos. Bajó dos.

Cuéllar, dos veces campeón nacional y vencedor en una competencia que se desarrolló en 2017 en Argentina, señala que dará el 100 por ciento de su rendimiento para ser tomado en cuenta.

Debe superar un selectivo el sábado, según detalla el entrenador Quilla.

Dormir en una habitación pequeña, con camas angostas, no es un problema mayor para ninguno. Antes estaban colocadas casi 20 camas una al lado de la otra. Ahora hay más espacio entre ellas.

Este medio intentó comunicarse telefónicamente con el presidente de la Federación Boliviana de Boxeo, José Cabrera, pero no tuvo éxito.

Lo que quedó establecido es que la concentración de los atletas en la Villa Suramericana comience el 23. El Comité Olímpico Boliviano (COB), por su parte, viabilizará la congregación de los seleccionados 15 días antes de sus competencias.

EN LA NÓMINA Jonathan Quilla, que hace unas semanas dio la noticia de que no podrá competir en los Juegos por lesión, apareció en la lista que difundió el COB. Lo cierto es que no está en condiciones. Según la entidad, se deben presentar certificados de salud para acreditar la baja.

Nutricionista

Para Vladimir Gómez, boxeador profesional, lo necesario es que las federaciones cuenten con nutricionistas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario