La Ejecutiva del COI, reunida en Tokio, acordó que los becas de Solidaridad Olímpica destinadas a los boxeadores podrán hacerse efectivas, pero sin pasar en ningún caso por sus federaciones.
No se fijarán los criterios de clasificación de los atletas para los Juegos de 2020, ni los organizadores podrán vender entradas para este deporte, ni la AIBA podrá emplear los símbolos olímpicos en sus comunicaciones mientras dure la investigación.
La ausencia de auditorías públicas de las cuentas de la AIBA, su incapacidad de mantener abierta una cuenta bancaria en Suiza, donde tiene la sede, y la consideración de su presidente, el uzbeko Gafur Rakhimov, por parte del Departamento del Tesoro estadounidense como un miembro del crimen organizado internacional son algunas de las irregularidades que citó el COI para justificar sus medidas.
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