El filipino llegó hasta el Convention Center Sur del Mandalay, donde lo pudieron ver más de 2.000 personas, el protagonista se mostró simpático y humilde. “¿Están nerviosos?”, preguntó al público, “Miren que el que subirá al ring seré yo. Y pienso ganar este sábado”, sostuvo Pacquiao.
Del otro lado de la vereda, su rival arribó al Grand Garden Arena, donde se mostró como de costumbre muy lujoso, rodeado de guardaespaldas y vestido con equipo deportivo blanco con vivos negros y su gorra con la inscripción TMT (The Money Team).
Ya está en marcha el negocio más grande de la historia del boxeo mundial. Ahora, Las Vegas y el mundo están a la espera del la denominada “pelea del siglo”.
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